1704 - Isaac Newton

Retroalimentación

La luz se propaga desde los cuerpos luminosos en el tiempo y le toma alrededor de siete u ocho minutos de una hora en propagarse del Sol a la Tierra. Esto fue observado por Rømer por primera vez, y luego por otros, por medio de los eclipses de los satélites de Júpiter. Para estos eclipses, cuando la Tierra está entre el Sol y Júpiter, ocurren aproximadamente siete u ocho minutos antes de lo predicho por las tablas, y cuando la Tierra está más allá del Sol, ocurren aproximadamente siete u ocho minutos más tarde de lo predicho; la razón es que la luz de los satélites tiene que viajar más en el segundo caso que en el primero por el diámetro de la órbita de la Tierra. Algunas desigualdades de tiempo pueden surgir de las excentricidades de las órbitas de los satélites, pero éstas no responden en todos los satélites y en todo momento a la posición y distancia de la Tierra desde el Sol. Los movimientos medios de los satélites de Júpiter también son más rápidos en su descenso desde su afelio a su perihelio, que en su ascenso en la otra mitad de su órbita. Pero esta desigualdad no tiene ninguna relación con la posición de la Tierra y en los tres satélites interiores no es sensible como lo encontré por el cómputo de la teoría de su gravedad.

Opticks, p. 278.